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DISCO "EL BARRIO DEL DESEO"

 

EN LA CALLE

Afilo las biromes del absurdo,
me quito el personaje, me desnudo,
y trepo por las páginas del mundo.

Soy periodista de los sentimientos,
jamás tuve carnet, sólo recuerdos,
y escribo en mi libreta lo que veo,

y escribo en mi guitarra, por ejemplo:

que el amor / es la brújula del alma,
que la ley / es un pájaro sin alas,
y resisten en la calle los que cantan.

Y viajo por los puentes de la noche,
por túneles de besos que se rompen,
y saco fotos de los corazones.

Soy espía de un país que se despierta
como un barco de papel entre la niebla,
y escribo como puedo en la marea,

y exprimo tinta de tanta tormenta:

El amor es la brújula del alma,
y la ley, es un pájaro sin alas,
y resisten en la calle los que cantan.

Pregunto por el nombre de este sitio,
recojo el testimonio de un testigo:
-comen tango y lloran / despacito-.

Y caigo en los bolsillos y baúles,
tras la flor de la memoria, que se pudre,
y traduzco sus huesos en perfume.

Ningún diario publica mis noticias,
las crónicas que manchan mis hojitas,
mejor será seguir con la poesía,

pero como callar que en estos días

que el amor es la brújula del alma,
y la ley, es un pájaro sin alas,
y resisten en la calle los que cantan.

Letra y música: Fernando Montalbano


MUJER IMAGINARIA

La vi desnudarse desde mi ventana,
arrancándose la ropa del alma;
éramos el cine, sombra y fantasía,
ella, la muchacha, yo, siempre el espía.

La vi en su balcón como piel tendida,
siempre trabajando de diosa aburrida;
lejos de mi mano, como una muñeca,
dentro del afiche, viva pero muerta.

Ay, imagen perfecta,
ay, utópica hembra,
nunca se tiene lo que se desea,
nunca se tiene lo que se desea.

La vi en el naufragio de la medianoche,
como un salvavidas le arrojé mi nombre,
como una naranja, yo me abrí de gajos,
y ella me enredaba con mis propios brazos.

La vi zambullirse sobre mi figura,
sobre imaginarios mares de ternura,
la vi entre cristales, saltar como un tigre,
lamiéndome cada centímetro virgen.

Ay, imagen perfecta,
ay, utópica hembra,
nunca se tiene lo que se desea,
nunca se tiene lo que se desea

Nos vi despertar a las siete en punto,
como se despiertan los cuentos de adultos,
ella, Cenicienta perdiendo la magia,
y yo, Capitán, besando la almohada.

La vi transformando su cuerpo en perfume,
detrás de los rayos húmedos del lunes;
la vi con sus piernas de humo y ceniza,
volver a su celda de fotografía.

Ay, imagen perfecta,
ay, utópica hembra,
nunca se tiene lo que se desea,
nunca se tiene lo que se desea.

Letra y música: Fernando Montalbano


SOY LA CANCIÓN DE UN LUGAR

A veces soy Sabina,
a veces soy Serrat,
a veces Utopía,
a veces nunca más.

Y es que a veces soy John Lennon
con Troilo haciendo dúos,
Discépolo y James Taylor,
Chabela con El Mudo.

León, y en un entierro
la guerra y la poesía,
y los Hombres de Hierro
que no se oxidan.

La canción de un lugar
que se llama Libertad.

A veces soy el Chavo,
Piluso y Groucho Marx,
y de un hondazo acabo
con tanta seriedad.

Y es que siempre soy milonga
en La Balsa del rock,
y cuando quieren conga
los besa mi tambor.

Detrás de las paredes,
rasguño junto a vos.
Maquillo a los que pierden
con mi voz.

La canción de un país
que se llama “Soy de aquí”.

A veces soy yo mismo,
desnudo y sin barniz,
y silbo mis abismos
colgados de un atril.

Y es que yo también elijo,
y no soy pentagrama;
la música es el hijo
de la mujer que se ama.

“Imagine all the people”
soplando en el viento,
no ves que soy tan simple 
como vos.

La canción, esta vez,
es El Reino del Revés.

Letra y música: Fernando Montalbano.


VUELVAN

Vuelvan,
no se queden como pájaros sin rama;
selvas
de relojes muerden donde no los llaman.

Vengan
donde resucito, me levanto y caigo.
Renga,
se pasea la legión del desarraigo.

Sepan,
que en la patria del adiós florecen yuyos;
trepan
por el mástil del deseo cuando huyo.

Gritan
de dolor, pero el confort no es buen auxilio.
Pita
del cigarro de la muerte todo exilio.

Vengan,
que el olvido es ciudadano en sus miradas.
Ciega,
la esperanza tiene un pasaporte a nada.

Salten,
que se borra la rayuela de la historia;
Antes
que el dinero les clausure la memoria.

Gambas
europeas tienen gusto a Buenos Aires;
ambas 
les enredan las raíces en el aire.

Maman
por los hilos de internet nuestros recortes.
Aman,
pero aquí pasan lo años, no en el Norte.

Abran,
que la puerta y la canción están sin llave.
Ladran
esos perros, pero lamen donde saben.

Entren,
que la pava está en el fuego de nosotros.
Siempre
es posible ser quien sos, y no ser otros.

Letra y música: Fernando Montalbano.


NO ME DIGAS POR QUÉ

En un bar salido de un grotesco
yo cantaba la canción número mil,
como un ex combatiente frente al riesgo
del amor, en tu boca, me rendí.

Hubo en medio algún cortocircuito,
cuando un gato de tu mesa me tentó;
y si bien, este gorrión pisó el palito,
en tu rama, mi canción resucitó.

Cántame, y no me digas adiós,
bésame, y no me digas ayer,
cántame, y no me digas –quién sos-,
bésame, y no me digas por qué.

Vos dijiste: -Das clases de guitarra?-
Yo te dije: -Soy solo un aprendiz.
Son mis notas las uvas de tu parra.
No me afinas el alma con un sí?

Y esa noche que unimos los colchones,
en el cuero, nos cosimos a la vez,
tanta música guardada en los cajones,
que disfónica quedó la timidez.

Cántame...

Tengo el pecho como un rompecabezas,
sólo encaja con tu abrazo, mi razón,
al destino, ya no le faltan piezas,
y completa mi boca, tu pezón.

Siempre habrá tabernas y boliches
para reciclar aquel desliz;
es tu amor, el que sale en los afiches,
y ahora yo, soy quien te pide un bis.

Cántame…

Letra y música: Fernando Montalbano


EL BARRIO DEL DESEO

Rojo como un crepúsculo entre las uñas,
alto como el relámpago del amor,
esa sabiduría que me rasguña,
ese lápiz que me acuña,
esa patria sin color.

Breve, como los besos que da la gloria,
hondo como los tajos que sudan miel.
Ácido como el vino de la memoria,
ese patio de la historia
con rayuelas en la piel.

El barrio del deseo
transpira humanidad.
Los buenos son los feos,
lo bello, la verdad.

El sitio más lejano
quedaba siempre aquí.
Volvemos cuando vamos,
la luna es fuego gris.

Huérfano como el hijo de la herejía,
náufrago, va sin dios en la urbanidad.
Flota sobre el remanso de la utopía,
sobre el óxido del día
que no llega con la edad.

Cierto, como el hechizo de los sahumerios,
negro, como la sombra del corazón,
íntimo, como las lágrimas y el misterio,
ese frágil cementerio
de cordura y desazón.

El barrio del deseo
está, como la sed;
si miro no lo veo,
si sueño, nunca hay red.

La punta de mi lanza
dibuja ese lugar.
Será que la esperanza
no puede descansar.

Duro como los dientes del optimismo,
ancho como la voz de la vocación,
triste como la risa frente al abismo,
como el pálido espejismo
que destroza a la razón.

Ese lugar que espera como una cama,
como el pezón hinchado de una canción,
ata una idea viva por cada rama,
y enarbola lo que se ama
del ojal de la pasión.

El barrio del deseo
transpira humanidad.
Los buenos son los feos,
lo bello, la verdad.

El sitio más lejano
quedaba siempre aquí.
Volvemos cuando vamos,
la luna es fuego gris.

El barrio del deseo
está, como la sed;
si miro no lo veo,
si sueño, nunca hay red.

La punta de mi lanza
dibuja ese lugar.
Será que la esperanza
no puede descansar.

Letra y música: Fernando Montalbano.


OTRO SUR

 

Tal vez yirando a ciegas,

me fui alejando apenas,

y regresé en los trenes de una siesta.

Estuve por los bares,

donde parí mis duendes,

y alguien dijo : “—Que pague lo que debe—”.

 

Sur,

ese tango, otra vez,

abre roperos y llama.

Sur,

paredón y después,

yo pregunto: ¿Quién anda?.

 

Tal vez no me fui nunca,

quizás estuve en curda,

amordazado y solo en una luna.

Tal vez perdí el laburo,

tal vez ella se puso

una tiendita, y se casó de apuro.

 

Sur,

es un tango, ¿sabés?,

casi una postal del alma.

Sur,

duele en el corazón,

silbarlo, mandarlo en las cartas.

 

Estuve con los viejos

amigos de la barra,

de Luis no saben nada y otro es cana.

Y me cuentan del Tito,

que es mozo en California,

y lava copas sólo cuando llora.

 

Sur,

qué silencio cayó

sobre esta punta del mapa.

Sur,

tiene miedo mi voz,

tiembla al llamar a mi casa.

 

Y aquél cantor del barrio,

qué tango lo ha tragado.

La calesita se murió girando.

Tal vez hasta una noche

fusilen corazones,

los mismos dedos de los bandoneones.

 

Sur,

fotos de otro país,

que otro país va pegando.

Sur,

paredón y después,

yo pregunto, yo pregunto:

¿Después, qué?

 

Letra y música: Fernando Montalbano.

 


NOTICIAS MINIMAS

La muerte, novia gris de los perversos,
firma autógrafos, conspicua ante su grey.
Yo sahumo la calle con mis versos;
tan apócrifos lo son, como su ley.

Una puta, un amor, una promesa,
una ética imposible, una verdad;
los derechos humanos, en la mesa.
Han servido a las víctimas. Piedad.

Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.

Porque hay libros dentados que lastiman,
porque muerden las musas de Serrat.
Conectados a nada nos abisman,
y no pasan los mates por el chat.

Los enchufes vitales de uno mismo
no se adaptan al futuro de ocasión.
Ex alumnos del autoritarismo,
entendimos rock por revolución.

Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.

Sin gambetas históricas de Diego,
con los trapos del alma bajo el sol
los fracasos que nos dejaron ciegos
en el arco del destino piden gol.

En la patria más íntima traduzco
con manuales inútiles, el mal.
En la esquina resisto y sólo luzco
la poesía prendida en el ojal.

Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.

Letra y música: Fernando Montalbano.


CORAZON Y FARO

Era piel, era mar, era sur su tierra,
y yo condenado
a besar, a vivir en su dulce guerra.
Era más, era albur, femenina gloria,
era un tajo alado,
que vistió, que empapó mi desnuda historia.
Era pez, era tul, es un estribillo
que parió mi boca,
por quemar, por oír su ciudad de grillos.

Traigan a mí su corazón y faro,
el haz del beso para ver más claro,
que este barco pide, que el adiós se oxide
y que no expliquen tanto el amor y el canto.

Era miel, era sal, era lava y luna
era, y hoy no hay dudas,
ella es hembra, ella es paz, ella es cien en una.
Era y es, lo que soy, lo que sudo, escribo,
lo que callo y digo,
la verdad es mujer, y por ellas vivo.
Era cuerpo y será, pensamiento y rosa,
era tan hermosa,
que probé su licor y estalló mi prosa.

Rieguen la muerte con su cancionero,
con su guitarra que amamanta en cueros
a mi sed de ideas, a mis musas reas.
Ángeles me restauran, cuando digo Laura.

Y que no expliquen tanto, el amor y el canto.

Letra y música: Fernando Montalbano.


PODIO DE BARRO

Sobre la cama, chicas piden condón,
pero en las fotos de Play Boy te saludan.
Ventilador, merca, pizza y Chandón,
estás más solo que el penúltimo Judas.

Sos un moderno y frágil hijo de puta,
demócrata, bicho, ladino y veloz.
Sé que el futuro te hizo dedo en la ruta,
y en tu espejito, se hizo chico hasta Dios.

Sueñan y sueñan los dioses del Fonavi
con tu oficina y con tu pinta de turro.
Suena la cumbia morocha de Barbis;
vas al Concejo como vas a los burros.

Me prometiste la Les Paul y el subsidio
si meto el voto en tu barriga de chop,
pero no afino con el La del suicidio,
no cambio un rock and roll ni por todo el pop.

No tengo un mango para hacer un CD,
pero he grabado la belleza y el odio,
sobre los discos vivos de La Acadé,
que hará llover, porque de barro es tu podio.

Tocan y tocan las guitarras en crisis,
buscan un solo que estrangule tu escuela,
mientras al alma le roban la bici,
y el barrio duele como duelen las muelas.

En la pared está tu foto de prócer,
como Sarmiento en la comarca del Tetra.
En los garages solo hay bandas de covers,
pero quién sangra con su auténtica letra.

Habrá que hablar con un idioma de locos
para entendernos en la pobre colmena;
que la traición no es un deporte de pocos
y ya hay campeón para el mundial de la pena.

Sueñan y sueñan...
Tocan y tocan...

Letra y música: Fernando Montalbano.


INVENTARIO PERSONAL

Tengo una bici oxidada,
un libro, una espada
que llega hasta el sol.
Tengo una vieja guitarra,
un álbum de farras,
un grillo, y un gol
que le hice al aburrimiento,
caballos de viento,
de tinta y alcohol.

Tengo un cuaderno de abrazos,
mi lupa, mil casos
para resolver.
Tengo una sombra melliza
que viaja sin visa
silbando “Volver”;
donde mi pie no se anima,
su paso hace cima
y allí puedo ver.

Tengo un dedal, donde escondo
un beso redondo
en el ascensor.
Tengo recuerdos en fila,
y en esa mochila,
aún cabe el amor.
Tengo una duda, y la arrojo
al centro del ojo
del retrovisor.

Tengo una vieja birome,
tan flaca, ni come,
su llanto es azul.
Trepando por escalones
llamados renglones,
llegó hasta Kabul;
de lo que sangra soy dueño
y en mesas del sueño,
es taco de pool.

Tengo fantasmas amigos
pero no consigo
curarme el adiós;
revoluciones en crisis,
la figu difícil
nunca se me dio,
pero recorro los kioscos
que aún no conozco,
incluso, el de Dios.

Tengo un dedal, donde escondo
un beso redondo
en el ascensor.
Tengo recuerdos en fila,
y en esa mochila,
aún cabe el amor.
Tengo una duda, y la arrojo
al centro del ojo
del retrovisor.

Tengo un carnet del deseo,
lo bello y lo feo
me tienen a mí.
Tengo la voz hecha hijos,
el semen me dijo
que no me dormí.
Tengo la bronca afinada
y no tengo nada
pero tengo mil.

Letra y música: Fernando Montalbano.


MAPA DE LA INFANCIA

Cuando el barrio era el país
y el olor en la nariz
era de tierra, y asuntos
como la Constitución
y la ley de la razón 
eran la vejez del mundo.

Cuando el ocio era el poder
y el tapial y la pared
eran la altura del cielo.
Cuando el orden era un lío,
cuando el otro, era el amigo
cuando no quemaba el fuego.

Menuda patria
dame tu mapa
soy ciudadano
de un país perdido que
se llama infancia.

Cuando el peine y el reloj,
las medidas y el adiós,
cuando las ganas de adulto;
cuando el no, y el calendario,
cuando la muerte y el diario
eran juguetes sin uso.

Cuando el trazo de la tiza
dibujaba y no sabía
dividir el territorio.
Cuando uno, era nosotros,
cuando tuyo, era de todos,
cuando nadie estaba solo.

Menuda patria
dame tu mapa
soy ciudadano
de un país perdido que
se llama infancia.

Letra y música: Fernando Montalbano.

Copyright 2007 © Fernando Montalbano. Todos los derechos reservados.

 

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